Del drenaje a la energía limpia: Cómo las aguas residuales están impulsando el hidrógeno verde
- Paola Pinto
- 12 may
- 5 Min. de lectura
Cuando pensamos en energías limpias, lo primero que viene a la mente suelen ser paneles solares, turbinas eólicas o autos eléctricos. Pero ¿qué pasaría si te dijéramos que el agua que se va por el drenaje podría convertirse en la próxima gran fuente de energía limpia?
La producción de hidrógeno verde a partir de aguas residuales es una tendencia en crecimiento que combina sostenibilidad, innovación tecnológica y economía circular. En pocas palabras: convierte lo que normalmente desechamos en una fuente de energía con cero emisiones.

De residuos a recurso: Cómo el agua sucia se convierte en energía limpia
El hidrógeno verde es un tipo de hidrógeno producido mediante la electrólisis del agua, utilizando electricidad proveniente de fuentes renovables (como solar o eólica). A diferencia del hidrógeno gris o azul, este proceso no emite CO₂, lo que lo hace verdaderamente limpio.
¿Y cómo entra en escena el agua residual? Sencillo: en lugar de usar agua potable para el proceso, se puede utilizar agua tratada de plantas de aguas residuales. Pero el valor no termina ahí: también se puede extraer hidrógeno directamente de ciertos componentes orgánicos presentes en estas aguas a través de procesos biotecnológicos, reduciendo aún más el impacto ambiental.
Este enfoque no solo ahorra agua potable, sino que da un nuevo propósito a millones de litros de agua que, de otro modo, solo terminarían sucias y olvidadas.
60 litros de energía limpia, desde 1 m³ de aguas residuales
Aunque hablar de aguas residuales no suene glamoroso, los números detrás de esta tecnología cuentan una historia poderosa. Cada litro que hoy se desperdicia tiene el potencial de convertirse en energía limpia mañana.

1 metro cúbico de aguas residuales puede generar hasta 60 litros de hidrógeno, suficiente para alimentar un vehículo por 100 km. (Fuente: Universidad de Stanford)

El 80% de las aguas residuales a nivel mundial se vierten sin tratar, lo que significa una oportunidad gigantesca si se aprovechan correctamente. (Fuente: ONU Agua)

Solo en Europa, el sector del agua consume alrededor del 3% de la electricidad total, por lo que revalorizar el proceso de tratamiento también significa ahorro energético. (Fuente: Comisión Europea)

Se estima que para 2050, el mercado global del hidrógeno verde alcanzará los $1.4 billones de dólares, y el uso de aguas residuales es una de las claves para su expansión sostenible. (Fuente: BloombergNEF)
El aprovechamiento inteligente de los recursos que ya usamos y desechamos puede transformar cómo vivimos, sin pedirnos más recursos… solo más creatividad.
¿Por qué el hidrógeno verde con aguas residuales es una solución ganadora?
Aprovechar las aguas residuales para producir hidrógeno verde no solo es posible, sino que ofrece ventajas clave en comparación con el método tradicional que usa agua potable. Aquí algunos de sus principales beneficios:

Ahorro de agua potable
Mientras que la electrólisis convencional usa grandes volúmenes de agua limpia, este método reutiliza un recurso ya disponible.
Cada metro cúbico de aguas residuales tratado evita el desperdicio de cientos de litros de agua potable. (Fuente: ONU Agua)

Reducción de emisiones y economía circular
Disminuye las emisiones de CO₂ al evitar el uso de métodos contaminantes para producir hidrógeno.
Convierte los residuos en un recurso valioso, reduciendo el impacto ambiental del tratamiento de aguas.

Costos operativos más bajos
El uso de aguas residuales puede reducir hasta un 30% el costo del hidrógeno verde, ya que disminuye la demanda de agua tratada y reduce residuos. (Fuente: BloombergNEF)
Optimiza la infraestructura ya existente en plantas de tratamiento, sin necesidad de grandes inversiones en nuevas fuentes de agua.

Menos dependencia de fuentes de agua dulce
Con la crisis hídrica global en aumento, esta alternativa permite que la producción de hidrógeno verde no compita con el consumo humano de agua potable.
Puede implementarse en ciudades y regiones donde el acceso al agua es limitado, democratizando el acceso a energía limpia.

Innovación y desarrollo tecnológico
Impulsa la investigación en nuevos procesos bioquímicos y tecnológicos para mejorar la producción de energía limpia.
Puede integrarse con otros procesos de tratamiento de agua y producción energética, haciendo más eficientes los sistemas urbanos.
Ya es real: Lugares donde las aguas residuales se transforman en energía limpia
Esta tecnología ya es una realidad en diferentes partes del mundo. Cada vez más países están apostando por el hidrógeno verde a partir de aguas residuales como una forma de avanzar hacia la sostenibilidad energética. Aquí algunos ejemplos inspiradores:

España – Madrid
En la capital española, Canal de Isabel II lanzó un proyecto piloto para producir hidrógeno verde a partir de aguas residuales en sus plantas de tratamiento. El hidrógeno se utilizará como combustible limpio para vehículos de transporte público. (Fuente: ESHidrogeno.com)

Colombia – Universidad del Valle
Esta universidad desarrolló una planta de tratamiento experimental que utiliza procesos biológicos y energías renovables para obtener hidrógeno verde a partir de aguas residuales. Su objetivo es escalar la solución para uso urbano e industrial. (Fuente: Univalle.edu.co)

Alemania – Proyecto Zero-Gap
Utilizando una tecnología llamada “Zero-Gap”, investigadores alemanes han logrado optimizar la producción de hidrógeno verde a través de lodos de depuradora, mejorando la eficiencia energética del proceso. (Fuente: Hidrogeno-verde.es)

Cepsa – Andalucía, España
La empresa de energía española está desarrollando una de las plantas de hidrógeno verde más grandes de Europa, donde parte del suministro de agua provendrá de aguas residuales tratadas, minimizando el uso de agua potable. (Fuente: Moeveglobal.com)
Estos casos son solo el principio de una revolución silenciosa que está ganando fuerza. Donde otros ven desechos, estos proyectos ven oportunidades.
Los desafíos en el camino hacia un futuro impulsado por aguas residuales
Como toda tecnología emergente, transformar aguas residuales en hidrógeno verde enfrenta desafíos importantes que aún deben resolverse para lograr una adopción masiva. Algunos de los principales obstáculos son:

Altos costos iniciales: Aunque los costos operativos son bajos a largo plazo, la inversión inicial en infraestructura y tecnología aún es elevada para muchos municipios o empresas.

Falta de regulación clara: En muchos países, no existen normativas específicas que impulsen o regulen el uso de aguas residuales para la producción de energía.

Tecnologías en etapa experimental: Algunas de las soluciones más prometedoras, como los biorreactores o la fotocatálisis solar, todavía están en fase piloto.

Resistencia cultural: Aún hay prejuicios frente a usar aguas residuales como fuente energética, lo que puede afectar la aceptación pública y política.

Demanda energética del proceso: Aunque se reutiliza agua, ciertos métodos siguen requiriendo una cantidad considerable de energía externa, lo que puede afectar su sostenibilidad si no proviene de fuentes renovables.
A pesar de estos retos, el potencial de esta tecnología es enorme. Con el apoyo adecuado puede convertirse en una de las piezas clave para alcanzar un futuro energético limpio y circular.
Transformar aguas residuales en hidrógeno verde no solo es una muestra de innovación tecnológica, sino también de cómo la sostenibilidad puede comenzar con decisiones inteligentes, valientes y diferentes.
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